Ciencia: un motor olvidado en el desarrollo de México

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Ana Laura Maldonado / Foto: Mario Hernández.

En México no hay presupuesto ni atención para la ciencia, por eso se le ha quitado la posibilidad de ser un factor que rescate la economía del país, expresa René Drucker Colín, titular de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación (SECITI) de la capital mexicana, durante la conferencia “La política científica en el Distrito Federal”, con la cual se inauguraron formalmente las actividades del Programa Prensa y Democracia (PRENDE) Otoño 2014 de la Universidad Iberoamericana.

Por un lado, la clase política mexicana no entiende la ciencia y tampoco tiene interés en ella; pero, por otro, Drucker tiene claro que los propios científicos mexicanos han fallado al no demostrar la utilidad de la ciencia para la sociedad.

Consciente de que la divulgación científica tiene que llegar a la gente para ayudarle a entender mejor su entorno, y contribuir a formar ciudadanos informados que puedan tomar mejores decisiones para su vida, el ex presidente de la Academia Mexicana de Ciencias manifestó la necesidad de contar con una política de estado enfocada en temas científicos en nuestro país, en donde hay 0.8 investigadores por cada mil habitantes, y no existe una vinculación que contribuya para realizar las recomendaciones de los investigadores en torno de problemas de interés general.

¿Qué pasa en el Distrito Federal?

La Ciudad de México no es la excepción dentro de esta situación, pues si bien la SECITI trata de usar la ciencia como una herramienta para resolver los problemas de la ciudad a través del esfuerzo de investigadores capaces no solo de hacer propuestas, sino de ejecutar acciones, la dependencia cuenta con apenas un presupuesto de 300 millones de pesos anuales que le permiten llevar a cabo pocos proyectos, sobre los cuales Drucker no especifica cómo son elegidos o a cuántos habitantes benefician.

Además, como en todo el país, existe el inconveniente de que la innovación científica no llega al plano real, pues al no haber un entramado que conjugue plan de negocios, marco jurídico, estrategia de marketing y difusión, entre otros factores, los prototipos no se fabrican y, en esas condiciones, los descubrimientos científicos difícilmente pueden ser útiles o aspirar a tener éxito comercial.

Y, aunque datos del Banco Mundial señalan que es América Latina la región geográfica con mayor número de emprendedores, si la innovación no se logra, las empresas no son competitivas ni generan empleo. Son, según el punto de vista de Drucker, únicamente manufacturistas.

Un panorama desalentador

Finalmente, Drucker señala que la ciencia tiene la capacidad de aportar soluciones en diferentes niveles, y que el conocimiento en torno de ella da el respaldo para poder aplicar y ejercer una política pública inteligente que beneficie a la población. Sin embargo, es inevitable reparar en que los avances científicos que puedan lograrse en México solo alcanzarían a la mitad de ella, debido a las carencias y dificultades que presentan otros sectores.

Un comentario en “Ciencia: un motor olvidado en el desarrollo de México

  1. Habría sido muy enriquecedor que, además de expresar todo lo que está mal en el ámbito científico en México, René Drucker, en su papel como secretario de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal y científico con enorme trayectoria, ofreciera también posibles soluciones o compartiera una propuesta sólida sobre lo que se puede hacer para avanzar en materia de ciencia en nuestro país. En México hay talento y creatividad, pero si quienes están a cargo no lo impulsan, ¿quién lo hará?

    Así también, no habría estado de más saber cómo se eligen los proyectos que la SECITI apoya, para sentar precedentes y saber qué propuestas pueden aspirar a recibir dicho apoyo.

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